miércoles, 25 de mayo de 2011

Time to change.

Tarde o temprano, a todos nos llega ese instante, ese momento de reflexión en el que nos ponemos a pensar hacia dónde vamos, qué hacemos, a qué aspiramos y si nuestra actitud hacia ciertas cosas es la correcta.
A mí, ese momento, me llegó hoy. Dediqué toda la mañana a replantearme si de verdad le estoy dando la importancia que se merece a aquellas cosas que realmente requieren de mi tiempo y mi dedicación. Después de mucho meditarlo me di cuenta que no. Invierto mucho más tiempo en cosas sin importancia, cosas que lo único que hacen es quitarme el tiempo que podría estar dedicando a cosas más productivas. En definitiva, me he vuelto experta en desaprovechar el tiempo. Me he sumergido en una rutina con la que hasta hoy me sentía agusto pero que, después de pensarlo, llegué a la conclusión de que por este camino no llegaré a buen puerto. O por lo menos, no al puerto al que yo quisiera llegar.
Ya no es cuestión de darle un cambio radical a mi vida, sino de un cambio en mi rutina, un cambio que me ayude a sentir esa satisfacción personal por alcanzar las expectativas que me planteo. Expectativas que hace mucho se han quedado a medio camino de cumplir por mi despiste, mi pereza y por tener la cabeza donde no debería estar. Soy persona de trazarme metas altas, de exigirme a mí misma al máximo, de intentar ser la mejor en lo que puedo pero por esta misma rutina tan vacía de significado y tan carente de utilidad siento que me estoy quedando a medias. Y eso, con mi forma de ser, no lo concibo.
Este cambio me lo voy a tomar más como un reto personal para saber hasta qué punto soy capaz de priorizar y saber distinguir lo importante de aquello que no lo es.  No me complace para nada obtener un mal resultado tras otro. Aún menos me complace, saber que soy consciente de ello y no hago nada para remediarlo. Es como si me pusiera una venda en los ojos aposta para no ver los fallos que estoy cometiendo...
Hasta hoy me convencí de decir "C'est fini"a esta monotonía de la que ahora sí quiero huir, correr, escapar...
A partir de ahora, otra nueva rutina tocará mi puerta y como diría mamá "primero el deber y después el placer". Y como casi siempre, las mamis terminan teniendo la razón, una vez más se la daré y me aplicaré el cuento. Primero el DEBER.


Y que la corriente me lleve hacia otra monotonía. Esa es la cuestión. 

2 comentarios:

  1. Que es el tiempo si no? ese tiempo que ocupas en otras cosas se llama vivir, ese tiempo que piensas perder no pierdes por que es algo tan poco tangible que nunca estas en lo correcto ni en lo cierto, solo puedes permitirte el lujo de hacer o no hacer, y yo se muy bien que tu eres de las que hacen, por lo demás, poco preocuparse. El sentirse que se podría hacer mas se llama inconformismo, ganas de más, hambre a la vida. Me encanta equivocarme, saber que esta mal, por es una de los "no tengo que hacer" que meto en mi hucha de experiencias.

    ResponderEliminar
  2. Time to change. We can do. We'll do together.

    ResponderEliminar